miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Qué es lo que nos impulsa a entablar una relación de pareja?

Hola amorosos,
Mientras paso mi mañana laboral, tengo la mente en modo multitarea divagando acerca de cuestiones amorosas. Lo que esta mañana me iba preguntando es ¿Qué nos impulsa a entablar una relación de pareja?. No hablo de cuestiones particulares sobre un macho dominante llámese equis sino ¿Por qué todos (o casi todos) queremos tener pareja?. Me preguntaba si hombres y mujeres funcionamos igual. Si lo hacemos porque necesitamos nuestra dosis diaria de afecto, o para asegurarnos el sexo o porque sencillamente estamos programados para crecer y multiplicarnos, cosa que hoy en día es difícil de hacer (no imposible) si uno no tiene pareja. ¿Realmente somos más felices cuando estamos en pareja?. ¿Estamos más realizados?. ¿Nos sentimos incompletos si no tenemos alguien a quien abrazar?
Pasen y opinen

18 comentarios:

Alfonso Casas Moreno dijo...

mi opinión es que,
lo que nos impulsa a tener pareja,
es el hecho de no tenerla,
del mismo modo que cuando tenemos,
echamos de menos la soltería.

El ser humano quiere lo que no tiene,
eso es así.

¿Tiene sentido lo que he dicho?

Anónimo dijo...

El miedo a la soledad, a llegar a casa y que no te espere nadie, a preparar comida para uno, etc. Ese miedo nos abate___



"La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo" Gustavo Adolfo Bécquer

betty boop dijo...

no todo el mundo quiere tener pareja; de hecho yo recuerdo épocas en las que no he tendo pareja y he estado bien, contenta y sin buscar pareja. Lo que nos impulsa a tener pareja no es el hecho de no tenerla sino el hecho de querer estar con alguien en particular: conoces a alguien, te enamoras/encaprichas/te gusta o como sea y quieres estar con esa persona; con esa persona, insisto, no con cualquier otra. Y yo, de momento, estando emparejada como estoy no echo de menos la soltería en absoluto (Virgencita, que me quede como estoy!) Besos. Welcome Lucy

Unknown dijo...

yo quiero tener pareja pq soy muy friolero, y me gusta que me abracen cuando duermo... y pq no me gusta ir a los concierto de bunbury solo, y a mis novios les puedo obligar a ir.

y ahora en serio, esta en nuestros instintos mas basicos de supervivencia, queremos, deseamos, necesitamos vivir en pareja, pese a momentos puntuales en el tiempo en que prefiramos/necesitemos estar solos. Quien no siente asi, es que sufre de alguna disfuncion!

Anónimo dijo...

Nuestra identidad es incompleta mientras no podamos intimar con la complementariedad (que ésta sea masculina, femenina o intermedia, depende de lo polarizado que esté nuestro género sexual). No se conoce una forma más cómplice que la de la pareja. "Tres son multitud", se decía. En cuanto aparece la tercera persona, singular o plural, la intimidad decae, la complicidad se diluye o se disimula, y el personaje público aparece en mayor o menor grado ocultando lo propiamente nuestro. Sólo entre dos, se permite llegar hasta las últimas consecuencias en la privacidad. Más de dos, son experimentos. Un harén, sólo está ligado a la procreación. La soledad representa el fracaso de la búsqueda de la identidad a través de la contrastación, la asistencia, el refugio, el consejo, el cariño. Pero vale más sólo que mal acompañado.
Me has hecho recordar mi primera pareja. Yo no sé por qué, pero aparte de la inequívoca tensión sexual y sensual ("el amor es el medio que utiliza la naturaleza para cumplir sus fines"), tenía esa sensación de compartir en plenitud, de decir y mostrar quien soy realmente. La pareja es el ámbito de la verdadera intimidad... Pero conozco parejas en las que no hay, precisamente, lo que yo digo aquí..., y representa, justamente, su apariencia pública...

MJ dijo...

Que bonito Alejandro:
"...tenía esa sensación de compartir en plenitud, de decir y mostrar quien soy realmente. La pareja es el ámbito de la verdadera intimidad..."

Me he sentido reflejada, es la definición del momento dulce que estoy viviendo: enamorada como una patata y esperando un bebé de la persona que más quiero, que más he querido y que más querré...

Y es que antes de conocer a mi amorcito era una soltera convencida: mi piso, mi intimidad, mis amigos para cuando quería gustito pa mi cuerpo...todo resuelto!!! Hasta que apareció...

Como dice "Betty boop" se trata de ESA PERSONA y no de ninguna otra!!

Intensa Forever dijo...

Qué bonito es el amor y cuánto me alegro de que seáis todos unos enamorados convencidos. Esto hace renovar mi fe. Mientras tanto yo sigo jugando al juego de las sillas.

Anónimo dijo...

Sobre este tema, no quisiera ser aguafiestas, pero hay un post en Libro de Arena de una tal Pitufina que hila fino, a partir de su experiencia en esto. El post se titula Mal de muchos... Epidemia. El primer comentario, en contra de su post, no puede ser más claro y turbador: tenemos un conflicto. Yo mismo añadí un comentario en relación a esto... Y no es mi intención caer en lo que tal vez Perla llamaría meta-relación. El enlace lo voy a poner en el nombre de este comentario, que llamaré, por ejemplo "Ale-y-Mal-de-Muchos". Espero no ser inoportuno poniendo este enlace, pero mi ánimo de indagar en la verdad me vence. En todo caso, sois dueñas y señoras omnipudientes de este blog, y haréis lo que os pluga, creo que se dice.
Estuve a punto de invitarla a participar en este blog, pero supongo que ya lo conocerá a través de mi blog.

Intensa Forever dijo...

Alejandro, siéntete libre de enlazar todo lo que quieras a través de tus comments. Yo sigo manteniendo la ilusión, qué quieres que te diga...

Anónimo dijo...

Descartada la falacia biologicista (!), yo creo que a mayor libertad (desde la libertad fundamental de tener un lugar seguro, donde nadie te agrede, y puedes hacer lo que te gusta hacer; la libertad de no pasar hambra, frío, etc., a la libertad de elegir con quién quieres ir, a qué quieres dedicar tu tiempo, tus esfuerzos...)para elegir, mayor libertad para nos sentirse impulsada/o a entablar una relación de pareja, del tipo que se conoce (monógama, que viven junt@s todo el rato y comparten todo todo, las actividades, las amistades, las familias). (Aclaro esto porque creo que hay relaciones de pareja que no son así, pero que no son las que se le ocurre a la gente que se pueden entablar, al menos con ese estatus tan importante!)

A mayor libertad, y suponiendo que esa idea se soporte, la vida puede ser de lo más variada, y puede haber pareja, o parejas, o a ratos, o durante unos años, y en la vida hay eso y más cosas, no siempre con la pareja!

Anónimo dijo...

Quería añadir algo a raíz de lo que dice Alejandro de la complementaridad (yo, que soy disfuncional, según Sergio! :D Porque yo necesito comunicarme con gente, pero no necesariamente una pareja; de hecho me he pasado gran parte de la vida sin ella, y no me he sentido menos realizada o lo que sea)
Esa idea de la media naranja nunca la he entendido, pero quizá sea cuestión de (tipo de) personalidad. Para mí, hay muchas cosas en mucha gente, "complementarios", "parecidos", "iguales", "opuestos", de todo hay por todos lados, y yo pillo todo lo que puedo de todo el mundo (de hecho, pienso que yo no soy más que un recipiente de la mezcla de mucha gente que hago) y la intimidad con la gente la vivo según la capacidad que tengamos de comunicarnos (no sólo en pareja). Puedo tener intimidad en un momento con alguien que veré 5 minutos quizá, si se da lo que se dé de comunicación (aquí debería poner un ejemplo por no sonar a borrachadora de barra de bar!, jajajaj, que no me sale aunque en su día intenté hacerme alcohólica, jajajajaj). Claro que como la comunicación es tan difícil, continuamente me siento decepcionada, no contra la gente, sino por la especie, que no da más de sí!

Para mí en el amor (y estoy loca hasta los huesos por alguien y me pasa como a Betty Boop, que puedo no estarlo, y la vida tiene todo su sentido igual, o como se pueda explicar) no hay complementaridad necesariamente, o sea, no creo que eso sea lo que produzca o mantenga el amor, al menos, necesariamente. Yo con mi pareja no comparto ni amistades, ni actividades, yo hago mis cosas, mi pareja las suyas, no nos ponemos al día necesariamente, y sí comparto el dormir (cuando vivimos todo el rato en el mismo sitio; que últimamente repetimos tanto que podría decirse que vivimos en la misma casa) y demás, y la comprensión de las cosas (que eso le convierte en una persona, además de amada por mí, excepcional; y por eso digo que después de ésta, ya dejaré lo de las relaciones de pareja, porque no creo que pueda superarse!, jajajajaj), la comunicación, además de esa química que hace que el olor de alguien te parezca buenísimo!
El amor compartido, recíproco, es dulcísimo y feliz. Lo triste es que la gente que lo encuentra se pone corriendo a tener hijas/os, y al entrar una tercera parte tan dependiente en esa relación, la relación cambia. Quizá no sea malo, no lo dudo, pero no es lo mismo, es otra cosa. Quizá sea mejor, no sé. Supongo que sí si quieres tener hijas/os, y no, si no. En cualquier caso, cambia, y supongo que igual que se ganarán cosas, se perderán cosas.

betty boop dijo...

Yo también soy disfuncional, según Alfonso, y desde luego si algo me engancha es tambiém el hecho de dormir con mi pareja, y de aspirar su olor, que es una droga. La vida en pareja es difícil, quizás porque aspiramos a unirlo todo y es posible que perdamos parte de nuestra individualidad en ello: pero no me abate el miedo a la soledad, como dice Lucy. Después de una ruptura no echo de menos "el estar sin pareja" sino a esa persona en particular, con su olor y su execpcionalidad, como dice Dakota

Anónimo dijo...

Tercer mensaje en un rato. No me lo puedo creer!!! Lo siento, bloguistas!
Es que lo que me inquieta de esta pregunta es lo que se marca a quien no sienta el impulso a entablar una relación de pareja. Porque a mí cualquier cosa que "excluya" (no que diga que somos diferentes, sino que diga que no somos humanos), me pone nerviosa, cierto. Hípersensibilidad, dado el bombardeo, no? (de la sociedad, en todo, y la sociedad somos...). En realidad sólo es la cultura lo que nos impulsa a tener pareja como creo que se refiere a la pregunta (ups! Too tired just now!), porque "lo normal" no es eso, pienso. No es normal, pienso, para un ser humano, el creer que en una persona puede encontrar la mitad del mundo que le falta, y que su yo, el de su mitad, y la relación serán inmutables durante toda su vida. Lo "normal" sería que evolucionáramos con la vida, que necesitaramos diferentes y muchas cosas de mucha gente, vivencias... no sé. Y yo miro a las parejas que veo más estables, y me abruma lo quieto que parece eso, por eso creo que se sienten como relaciones insatisfactorias, aunque se diga que son relaciones de estatus especial. Yo creo que si fuéramos menos "dioses" disfrutaríamos más de la gente, incluida la pareja. Pero lo pedimos todo a una sola persona, y con exigencias, y no sé, todo parece obligación, determinismo, yo qué sé. Me asusta, la verdad. Y como tengo un día de alienación de la especie, por puro pánico de irme, voy y os lo cuento! :)
(leer todo esto con cierto humor, que eso, por suerte, no lo pierdo a pesar de los momentos de viaje!)

betty boop dijo...

Desde luego, yo también me temo que eso de que necesitemos estar en pareja, o que sea natural tener la "otra mitad", complementarnos con alguien, es puro invento. Uno no es más por estar con otro/a, ni siquiera se complementa; el ser humano es mucho más que eso (perdón por el arranque filosófico, es viernes, por la noche...)Mi profe de yoga dice que no podemos buscar nuestro equilibrio en el exterior sino dentro de nosotros mismos, somos los únicos que no nos vamos a fallar, o por lo menos no mucho, no?

betty boop dijo...

La teor�a de ir "complement�ndonos" a lo largo de la vida con diferentes personas y experiencias parece mucho m�s acorde con el evolucionismo de Darwin. Lo otro seguramente nos lo han impuesto a trav�s de la religi�n y otras tiran�as pero tambi�n a veces nos aferramos a eso porque es una idea rom�ntica, en el sentido original de la palabra. Besos besos

Anónimo dijo...

Oh, muy buenos puntos...
Lo de tu profe de yoga es interesante sobre todo aplicado a las relaciones humanas, a lo que eso implica en las relaciones humanas: si buscas ser autosuficiente, como somos sociales y nos buscamos por ello, todo lo que nos llegue de las demás personas será un regalo, y no nos volveremos exigentes y déspotas. La independencia es una cosa muy buena para las relaciones afectivas, y sin embargo, esa religión y demás que mentas, nos ha hablado de conexiones tan demenciales como independencia-egoísmo (como "es egoísta no querer tener hijos"!!!! y "ser independiente = no querer a nadie").

Anónimo dijo...

Oh, muy buenos puntos...
Lo de tu profe de yoga es interesante sobre todo aplicado a las relaciones humanas, a lo que eso implica en las relaciones humanas: si buscas ser autosuficiente, como somos sociales y nos buscamos por ello, todo lo que nos llegue de las demás personas será un regalo, y no nos volveremos exigentes y déspotas. La independencia es una cosa muy buena para las relaciones afectivas, y sin embargo, esa religión y demás que mentas, nos ha hablado de conexiones tan demenciales como independencia-egoísmo (como "es egoísta no querer tener hijos"!!!! y "ser independiente = no querer a nadie").

Anónimo dijo...

Jo, se me ocurrió una para sí contestar la pregunta: lo que impulsa a alguna gente a entablar relaciones de pareja es que esa actividad ya nos ahorra tener que pensar qué hacer, cuándo, con quién... Si decides vivir, todo está abierto, tienes que pensar, decidir, elegir. En una relación afectiva también podría ser así, claro, pero el hecho es que la gente impulsada tiende a pensar que hay unos pasos concretos: estudiar, encontrar curro, encontrar pareja, comprar el piso, tener hijos. Creo que va así! :) Quizá sea eso, el miedo a la libertad... (Aunque es cierto lo que dice Lucy, del miedo a la soledad. La cuestión para mí es que siempre estamos solas/os, sólo podemos acompañarnos, y para eso, valen muchos tipos de relaciones humanas!)
Bueno, os juro que ya me callo en este tema, jajajajaja...