sábado, 13 de septiembre de 2008

¿Es verdad que la distancia es el olvido?

"Cuando la distancia entra por la puerta,
el amor sale por la ventana"
Así de contundente se mostró un simpático brasileño al compartir conmigo algunas de sus experiencias amorosas. Me contaba que su última relación acabó por una oferta de trabajo que recibió su pareja en otra ciudad. Según él, a pesar de que estaba muy enamorado de ella, decidió que no quería mantener una relación a distancia ya que no cree en esa forma de amor.
Por otra parte, en El País del día 9 de septiembre hay un interesante artículo que habla de parejas que por equis razones han decidido vivir en pisos separados (ya sea dentro de la misma ciudad o en diferentes ciudades) y que están felices de la vida. Parece ser que aún no hay tantos casos como para hacer estadística pero que sí es un fenómeno que se empieza a generalizar.
Por mi parte, mi último macho dominante se acaba de ir a otro continente. Para mi es perfecto porque la historia nunca acabó de cuajar y siendo así qué mejor que no tener la posibilidad de caer en la tentación de llamarlo y tropezar una vez más con la misma piedra o saber que no lo encontraré en ningún bar NEVER, EVER.
Para mi la distancia facilita el olvido. A veces aliada, a veces putada.
Pasen y opinen.

16 comentarios:

betty boop dijo...

La convivencia es difícil, muy diíficil, así que no me extraña que haya parejas que decidan vivir por separado: tengo una amiga entrada en años y en sabiduría (no tiene que ir paralelo, eh? a veces es inversamente proporcional, o como se diga) que afirma que si ahora se echara un noviete se mantendría cada unos en su casa y Dios en la de todos porque ya no tiene ganas de poner lavadoras con la ropa de otro. Cada cual que decida lo que quiera, nos podrías linkear el artículo en cuestión para que viéramos qué tipo de parejas son las que deciden vivir separados, imagino que las que tienen hijos... ya con vástagos debe de ser mucho más complicado. La distancia no tiene por qué ser el olvido, hay gente que vive separada, viéndose una vez a la semana, a veces unas horas, y con problemas varios (como todas las parejas, por otra parte) consigue sacar a flote la relación. Eso sí, porque tenían claro que el hecho de estar separados era algo temporal, más o menos largo, pero siempre temporal, si no....no sé, no sé. Intensa, cada día escribes mejor! besos a todos

Anónimo dijo...

De todas formas, yo creo que hay dos cuestiones en este post, ¿no? Uno es la convivencia -convivir día a día-, y otro se plantea la cuestión de la distancia en una relación pre-existente.

Parece contradictorio que por un lado sostengamos que es posible llegar al amor a distancia (messenger) y que por otro lado esa distancia destruya el amor. ¿Realmente estamos hablando de amor?...

Respecto a la convivencia, surge aquí algo que observo con alguna frecuencia: hay personas que necesitan su espacio, su tiempo para sí mismas. A veces, la convivencia impide esta toma de contacto consigo misma. En el otro extremo, hay personas que no saben estar solas. Llegar a un equilibrio entre estos polos puede ser complicado. Una persona demasiado dependiente puede ser agobiante..., por otro lado, ¿no debería ser, la pareja, el último refugio...? [me acaba de venir a la mente un artículo de Vicente Verdú que me parece interesante en vuestro blog, aparte de precioso, creo que lo tengo por ahí..., ¿qué os parece si lo busco?...]

Creo que está claro que muchas personas -frente al juicio moral simplista- se esfuerzan en conseguir una relación, y la prueba está en las Relaciones abiertas y en las que comentas aquí, de no convivencia. Creo que esta opción crecerá porque el modo de vida a menudo agota tanto a las personas -24 h. en vilo...- que lo único que desean es desconectar de obligaciones, como decía antes. Y por cierto, me surge aquí un punto crucial en las relaciones: como pasamos, en ellas, a tener que cumplir con más obligaciones, en lugar de tener un lugar de solaz...

Buf, amigas..., demasiados puntos como para agotarlo aquí...

Intensa Forever dijo...

Querido Alejandro, en este blog se habla de amor y sucedáneos del amor. Si solo habláramos de amor en estado puro, nos daría para muy poco ya que no hay contradicciones no conflictos ni dudas. El amor en su estado no patológico es sencillo y sereno, algo así como el estado de paz interior que raras veces alcanza el ser humano. Sin embargo con los sucedáneos tenemos filón para rato.

Anónimo dijo...

¿La distancia es el olvido?

Creo que depende de la reciprocidad amorosa (por tanto reciprocidad de actitudes y necesidades). Tiene que haber un equilibrio en la visión que tengan ambos.

Un caso personal: no quise mantener la relación a distancia, no porque yo no crea en esa forma de amor, sino porque ella tenía tal estado de ansiedad en la dependencia que me parecía imposible un poco de cordura. En suma, me pareció mejor para ella -para ambos- no continuarla en lugar de engañarse. Siguiendo la idea de que el amor es expansión de ambos. No sé si ahora aporto algo... Intensísima.

betty boop dijo...

Claro, de ahí el título: love and other demons: son los demonios los que lo complican todo siempre! he sacado a colaciób lo de la convivencia porque creo que es una de las razones por las que algunas parejas deciden vivir separadas: mantener su independencia o ,como decía Virginia Woolf, su "room of one's own", su propio espacio. Por otra parte está lo de la distancia en una relación pre-existente pero creo que Intensa mencionaba ambos temas en su post. Feliz domingo!

Intensa Forever dijo...

Es lo que pasa cuando uno se embarca en una relación amorosa cuando no está bien consigo mismo. Desastre tras desastre. Para empezar una relación con el otro has de conocerte muy bien. De lo contrario puedes convertir tu relación en un auténtico infiernito y multiplicar tus conflictos internos por dos (como mínimo!)
Yo creo que hiciste bien en cortar la relación a distancia si la cosa iba por esos derroteros. Como dice mi amiga Yolanda Joven, una relación ha de multiplicarte, nunca dividirte. En eso estamos todos de acuerdo, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Desde luego, conocerse uno mismo es fundamental. Además, tiene que ser por ambas partes... Para conocerse uno mismo tienes que tener, también, la capacidad de autocrítica, capacidad de escucha sin sacar conclusiones precipitadas. Hay casos de personas que son incapaces de salir de su egocentrismo -sólo ven su punto de vista como única opción-. Con esas anteojeras interpretan todo con una certeza "fanática", que lleva a esa Teoría del otro que comentaba en otro post, que va provocando el gran problema: incomunicación. En mi caso, me he llegado a sentir hastiado de hablar para que se entienda sólo lo que la otra parte quiere entender, lo que yo llamaba "hablar con un ladrillo".
El conocimiento de uno mismo requiere no autoengañarse, algo que, desde mi punto de vista, es muy poco habitual. Acaso pueda, y deba, admitirse un engaño "dopante", que aporte alegría, un engaño creativo, pero entonces es ilusión, incluso entusiasmo.

Y creo que es crucial el tema de la expansión: una relación tiene que aportar un plus, no puede ser limitante.

Aquí hace un día hermoso, así que voy a entusiasmarme un poco. Tened un buen día, amigas.

Anónimo dijo...

Queridos todos, la verdad es que el tema de la distancia es como aquello de la divina proporción... Una fórmula complicadísima para intentar definir el equilibrio perfecto. Demasiada distancia por supuesto que puede llevar al olvido. Una relación hay que alimentarla día a día y estar a miles de kilómetros te deja menos recursos. Hay gente más táctil, más física, que necesita la presencia para seguir conectado; hay otra más etérea, que vive sobre todo de la emoción... Por otro lado, demasiada poca distancia puede asfixiar al más enamorado. Enfín, lo veo como una ecuación imposible que depende de tantas variables, que el número de centímetros idóneo...ah! qui lo sa?!
Por otro lado, no puedo estar más de acuerdo con vosotros en que para disfrutar de un amor placentero, hay que conocerse a uno mismo y a partir de ahí al otro. Hablar con la pareja no viene mal para eso... Siempre que no entres en el bucle de la meta-relación que es una cosa arriesgada desde mi punto de vista.
De todas formas, yo me sigo preguntando: ¿por qué hay personas tan autodestructivas que sólo disfrutan con relaciones que las destrozan poco a poco? Enfín, the other demons I guess... Besos a todos

Intensa Forever dijo...

Perla del Turia, siempre nos haces reflexionar con tus preguntas. A la de ¿por qué hay personas tan autodestructivas que sólo disfrutan con relaciones que las destrozan poco a poco? yo respondo que hay personas que no creen merecer nada fuera de la negatividad y que por eso la buscan insconscientemente. En estos casos la respuesta nunca es un novio sino un buen psicoanalista. Y es que lo del psicólogo tendría que ser asignatura obligatoria en escuelas e institutos. Nada de "Educación para la ciudadanía". Lo que todos necesitamos es aprobar la asignatura del "Autoconocimiento"!!!!

betty boop dijo...

Respecto a cosas que se van por la ventana, yo tengo otro dicho (ya sabeis lo refranera que soy): "cuando el dinero no entra por la puerta, el amor se va por la ventana". Sí, me he ido un poco del tema, sorry

Anónimo dijo...

Ja, Betty toca el tema económico. Tela... ¡Ay!, que siempre me despisto, ¿quien es de Cataluña?..., no, no, por nada ;-). La verdad es que todo lo que separa a las personas es un problema. Es un tema en el que tiene que haber acuerdo al cien por cien, y quien dice acuerdo dice cooperación. Algunas personas lo tienen requeteclaro, y ponen en sus condiciones, a la americana, "ingresos por encima de tanto". Esto sería hiperrealismo ;-). Lamentablemente el problema existe, y muchas personas -ejem, no entro en géneros- buscan en la relación resolver este problema... Luego, si este pacto se rompe, la persona "liberada" del trabajo remunerado se siente estafada... Desde mi punto de vista, el amor es cooperación, y la economía, dentro de unos límites, no debería ser un problema, sino un punto para eso que comentamos de crecimiento, plusvalía de la relación. Pero a qué engañarse, ¡es un problema! Además, en los hombres, la falta de recursos socava su valía, incide muy directamente en su autoestima... Aquí las mujeres tenéis que hilar fino. Cada cual tiene su punto débil...

Respecto a lo de la Asignatura de Autoconocimiento, que dice Intensa, estoy de acuerdo... Claro que, como en tantas cosas, es un círculo vicioso: qué profesores están en disposición de enseñar esto... ¿Cómo se llega en esta sociedad a ocupar este o aquel puesto?..., no tiene mucho que ver con el autoconocimiento, más bien con la ambición y entrar en la maquinaria económica, que es como es... Más tela.

Intensa Forever dijo...

Betty: Madrid
Intensa: Barcelona
;) pero ojo, ni madrileña ni catalana, somos ciudadanas del mundo.

betty boop dijo...

Es que el tema económico es super importante; lo de "contigo pan y cebolla" no viene muy a cuento ya. Dios, me encanta este blog! por qué no lo hemos hecho antes? Por qué? Why?

Anónimo dijo...

¿Por qué no lo habíais hecho antes?,;-), se pregunta betty. ¡Ah!, los astros no se habían conjuntado, Betty. Es un espacio muy bonito, este, hasta con tensiones y todo, como los buenos amigos, aquí hay de todo, pero sobre todo, yo creo, ánimo de compartir, ¿o no? A mi me alucina la cantidad de sensaciones que se pueden transmitir a través de un espacio tan anónimo.
El tema económico, hay quien lo plantea (lo necesita plantear) en términos de igualdad. Si hay relativa igualdad, todo irá como una balsa. Es idea se basa en la creencia de que, en amor, la sociedad de consumo nos va a proporcionar un Mundo Feliz...
Otra situación es la del desequilibrio. Supongo, para ser actual, que la relación no es ni machista ni feminista, sino actual, inteligente y moralmente bella (sin ánimo de dominar..., sino compartir, crecer juntos). En desequilibrio, el/la rica debería proporcionar un entorno adecuado para que la otra persona crezca..., pero "crecer" es una visión personal que cada cual puede entender de forma distinta... Al final, la clave está en la comunicación. Dicho así, parece una perogrullada, y sin embargo, creo que sigue siendo la médula de una relación. La incomunicación es el germen en el que se desarrolla la brecha que rompe ese puente que unía a los amantes...

Intensa Forever dijo...

Compartir y disfrutar. Eso es lo que nos ha impulsado a crear este blog. Y sí, definitivamente el momento es AHORA.

Anónimo dijo...

Compartir de verdad siempre es disfrutar... No se disfruta sólo con el placer sensual, también se disfruta con la satisfacción de escuchar a alguien a quien aprecias, aunque para muchos, escuchar sea una ardua tarea... Una vez hice un trabajo sobre Epicuro, tenía unos 17 años, ¡me debió impactar! ;-). ¿Se puede hablar sin escuchar...? ¿Puede haber amor sin escuchar?
La tendencia a no distinguir entre oír y escuchar puede ser algo más profundo que meramente verbal..., tal vez similar a la indistinción ser/tener... Y perdonad si me ramifico, es espontáneo. Creo que no escuchar es una de las raíces del desbarre en las relaciones...