jueves, 30 de abril de 2009

El amor es un prestamista

Queridas amigas. Después de largo tiempo sin reflexionar acerca de la gran utopía, vuelvo a vosotras tras una conversación que me ha hecho recordar que aún nos queda carrete para rato con esto del amor. Situémonos: Hablo con mi amiga Broken Hearth (en adelante BH, como las bicis) y me dice que se está recuperando de un mazazo amoroso, ya que se enamoró de un sujeto que tiene pareja y ahora se está quitando del enganche emocional. Total, que BH me ha dicho que lo estaba pasando mal pero que pronto estará bien y que espera volver a enamorarse porque la sensación de estar enamorado es maravillosa, como un chute de una droga muy potente que te mantiene en un estado de japismo sublime.
Entonces yo le he dicho que mucho cuidado, que el amor es un prestamista, que se lleva todo lo que te ha dado y encima te cobra intereses. Y esto es así como que después de la noche viene el día. No es posible mantenerse en una subida permanentemente. El amor nos eleva hasta que decide soltarnos. No sé si hay solución. Yo propongo una: amemos en línea recta, en sentido paralelo al suelo. Puede que de esta manera evitemos caídas innecesarias.