sábado, 20 de septiembre de 2008

Toxic love: tu amor es malo para mi salud


Leyendo al psicólogo Walter Riso, autor entre otros de ¿Amar o depender" y "Amores altamente peligrosos", y gracias al comment de Dakota, respecto a "dime de lo que me acusas, y te diré lo que me haces" o proyección (gracias, Alejandro, por ilustrarnos siempre), me dispongo esta vez a hacer una pequeña radiografía de personalidades que debemos evitar al comienzo de una relación amorosa. La regla básica, si es que a esto se le pueden poner reglas, consistiría en no compartir lecho con alguien que cante cancioncillas tipo flamenquito al verte pasar; no sé por la Ciudad Condal pero a este lado del Manzanares aún se lleva mucho el "macho dominante" que a tu paso saleroso inicia un quejío flamenquil, que a veces va acompañado de palmoteo desacompasao...Intuyo que a esta especie le quitaron la capacidad de piropear al nacer, o son un cruce entre el albañil piropeador y el cantante venido a menos. Para que nadie me tache de sexista, y veais que aquí todo tiene cabida, os alertaré también en contra de una especie muy común en estos tiempos: la esposa castradora, que va de moderna y liberal de novia y que ,en cuanto se casa, saca del ajuar la moral de su abuela , impidiendo al iluso maridito mantener ningún contacto social con el mundo que le rodea, sometiéndole a continuos chantajes emocionales (lagrimitas incluidas) cada vez que el susodicho se dispone a tomar unas cañas con su amigo Pepe, el toda la vida. Bromas aparte, je je, Riso previene contra diversos estilos afectivos insanos que, según él, desgastan a la pareja y le quitan su energía vital:

1. Histriónico-teatral: hostigantes y eternamente insatisfechos; no saben regular sus estados de ánimo y te culpabilizan de lo que ellos mismos te hacen (proyección)

2. Paranoico-vigilante: amor desconfiado que constantemente siente celos y vive angustiado por el pasado afectivo de su pareja

3. Antisocial-pendenciero:super peligroso! Consulte a su farmacéutico; debería llevar una etiqueta en la frente avisando de los temibles efectos que conlleva.Impulsivo, iresponsable y nada empático; puede desembocar en todo tipo de maltrato.

4. Narcisista-egocéntrico: se creen el centro del universo y no saben dar amor a cambio de amor.

5. Obsesivo-compulsivo: amor perfeccionista para quien siempre podrías haber hecho algo mejor; como el histriónico-teatral, sufren de insatisfacción constante.

6. Pasivo-agresivo: "ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio"; si le das afecto, le asfixias, si no se lo das, se siente inseguro.

7. Esquizoide-ermitaño: el amor indiferente, cuanto más le entregues, más se alejará de ti. También tienen falta de empatía.

8. Limitrofe-inestable: persona impulsiva, emocionalmente inestable, paradójica y caprichosa, un coctel molotov donde el amor será cada día más caótico.

Bien, como véis, hay para todos los gustos, y nunca está de más autoanalizarse, no sea que estemos reproduciendo alguno de estos patrones. Sed felices y disfrutad mucho del fin de semana.

7 comentarios:

betty boop dijo...

Se me han colao las comillas en los títulos de los libros, NO, NO, NO!

Anónimo dijo...

Jajajajajaj... Ay, que me muero de risa (y de pánico y terror!!!), jajajajaj...

Anónimo dijo...

¡Qué grande emoción figurar en el delicioso post junto a Dakota!..., Betty.

No sé, lo del quejío flamenquil acompañado de palmoteo, si fuese mujé, no le diría yo que no..., que en un andamio pué habé un tío con musho arte, no crea... Pero gracias por la imagen. Imagino que le asignas, al improvisado artista, alguna de las personalidades que enumera el experto en amores, desamores y dependencias... Pero el arte é arte, Betty, déjate llevar y sueña, que igual te están haciendo el piropo más sentío...;-).

Uno aprovecha para ver donde encaja. Si dibujo cuadrados, representando cada "estilo afectivo", los podría acercar de forma que su intersección podría, ¡ay!, representar el mío. ¡Glup! Estoy en ello, es un decir, ya lo estuve. Aquí, la Asignatura de Autoconocimiento que decía Intensa.

Más fácil me resulta encajar a otros, perdón, a otras. El estilo Paranoico-vigilante me produce una profunda desazón, sin embargo, he observado que a las mujeres no les disgusta, en el fondo, este estilo afectivo.... Piensan que su paranoia atenta es una muestra de su amor... Desgraciadamente, cuando se mezcla con el Paranoico pendenciero, es un cóctel molotov... El que este estilo les guste, también, a muchos hombres..., bueno, allá ellos.

Respecto al Narcisista-egocéntrico: ¡cuidado, chicas!, muchos hombres, en una etapa inmadura, tiene tendencia a este estilo...

Yo tuve agotadora experiencia de dar con una "Ególatra-narcisista-manipuladora", según mi personal calificación..., que por cierto formaba pareja en estado terminal con un Histriónico-teatral con tintes Limítrofe-inestable... ¡No me preguntéis como me dejé embarcar en ese drakkar de la muerte...! Quedé exhausto, mudo... La Ególatra-narcisista se cuelga..., sobre todo si te lleva a la cama, caso en que la química le sale por las orejas, y los resultados estéticos de la dopa son impresionantes... Su incoherencia desgasta a propios -los extraños no saben...-, Como el estilo Paranoico-vigilante, se caracterizan por no escuchar. El segundo lo intenta, pero no puede, el ególatra ni se molesta, no evoluciona... Si está "buena", siempre terminará pillando a alguien que, si no es resistente "disfrutará" de un periodo no muy largo. Estas féminas ególatras suelen seducir, y no se andan con miramientos, porque lo necesitan para su ego... La autoestima depende de ello, aunque el problema suele estar en otro sitio, Claro. Incapaces de conocerse..., de ahí se deriva su devastadora personalidad. Realmente no sé si su pareja, o ex, era Histriónica-teatral-Limítrofe-inestable o, quizá, esto es lo que quedó del infeliz tras un tiempo de convivencia... Pobre: él estaba enamorado previamente, yo sólo me dejé seducir. Perdonad si parece que descargo, porque no es eso, ya está descargado. Es mi aportación personal al tema.

El obsesivo-compulsivo: ¡ah!, desgraciadamente, las mujeres enamoradas suelen tener algo de esto... ¿el amor es una obsesión? Realmente: ¡nunca tienen bastante!...

Por lo demás, uno tiene que tomarse el trabajo de ver cuánto le toca de algunos de estos estilos...

Me gustaría resaltar que para que estas relaciones, estos cruces entre una y otra personalidad en una pareja se asienten en el tiempo, hace falta tener en cuenta el amor a la libertad de cada uno -o si lo preferís el miedo a la libertad-, el concepto que tengan de ésta y, por tanto, el gusto (o disgusto) que se tenga en la manipulación... Así que, una vez más, me sale que los valores, que parece un tema ético aparte, tienen una raíz muy profunda que refleja, para bien y para mal, el Estilo Afectivo de las personas. Hablo de valores reales, claro, no sólo de palabra...

Disculpad la longitud del comment..., me levanté con ardor, y aproveché para participar.
Besos.

betty boop dijo...

No, si yo no dudo de que haya arte en el quejío pero la situación es un poco ridícula... y yo me pregunto, ¿qué haría el artista en cuestión si le contestáramos con un buen zapateao o un dueto improvisado? como dice una amiga mía : "caerse muerto, hija mía"
En la variedad, o la intersección, en este caso, está el gusto. Buen domingo!

Anónimo dijo...

Carita colorá!

Anónimo dijo...

Me he reído mucho, y bueno, qué miedo y qué pavor, os lo juro, jajajajajaj... (No sé si me río más del alivio loco de pensar que ya toy libre de esos peligros, por haber aprendido, vaya!)

Se me ocurre una que por desgracia conocí de primera mano como tres veces!!! (ah, pero es "relación", no estilo de comportamiento... Mmm... buenoR...): la oblícua-oblonga.

Ese tipo de relación que resulta que están contigo pero se dan cuenta de que quieren volver con su anterior/a o que de pronto tienen que cumplir con cosas familiares que antes desafíaban (justo en esos momentos en que podrían disfrutar de su amor), y te vuelven loca/o, porque se supone que es lo último que se te podría ocurrir! Tiene conexión con algo que mentas, Alejandro: "hace falta tener en cuenta el amor a la libertad de cada uno -o si lo preferís el miedo a la libertad-, el concepto que tengan de ésta y, por tanto, el gusto (o disgusto) que se tenga en la manipulación...".

De pronto tú eres la libertad (la confirmación de la libertad), y lo otro no y de pronto les da pánico y vuelven a lo otro. NO antes habiendo sido objeto de una intensa venganza, no sé explicarlo.

El caso es que hacen todo lo posible por gustarte, te lían como en una madeja enrevesada a mil, luego casi como que te acusan de violación (por decirlo metafóricamente) y luego te dejan por lo malo conocido, habiéndote convencido de que eres un monstruo!

Quizá sólo caigamos en esas trampas de jóvenes... Ahora me parece inconcebible caer en una oblícua-oblonga. Qué pesadilla!

:)

Intensa Forever dijo...

Uy... a mi me parece que tengo una pizquita de cada uno de esos perfiles... También he vivido historias más o menos duraderas con algunos de estos sujetos. El último (breve por suerte)fué el narcisista egocéntrico. Se les reconoce porque se pasan el 90% del tiempo hablando de sí mismos y el otro 10% hablando de tus defectos ;)