lunes, 27 de octubre de 2008

¿Hay alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro?


Queridos amigos,
Hace tiempo que quería poner este link y hablar de este tema. A veces las mujeres, en nuestro empeño de salvar una relación, hacemos lo imposible: lloramos, gritamos, rogamos, nos hacemos las víctimas y pedimos explicaciones una y otra vez. La primera vez que vi La flor de mi secreto me sobrecogió la dureza de esta escena en la que Marisa Paredes se arrastra literalmente a los pies de su marido, que pasa menos de un día en Madrid de permiso (es militar y como le dice ella, se ocupa de mediar en conflictos de guerra cuando, curiosamente, ha olvidado la guerra que tiene en casa).
Cuando él le dice que tiene que irse y se niega a hablar del "estado" de su relación, ella le increpa pidiéndole una segunda oportunidad, arañando los pocos minutos que aún les quedan para comprobar finalmente, con desesperación que, efectivamente, "no hay ninguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo suyo". ¿Por qué nos empeñamos en correr detrás de la persona amada y nos negamos a ver la realidad como si nos hubieran puesto una venda en los ojos?
Ha pasado mucho tiempo desde que vi la escena por primera vez, pero recuerdo con exactitud la angustia que se siente en esos momentos y el ansia de tener respuestas a todas esas preguntas; es más, aunque ha llovido mucho desde entonces a este lado del Manzanares, estoy casi segura de que, dado el caso, yo misma repetiría este absurdo comportamiento las veces que hiciera falta... Yo también soy un poco Intensa como véis.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué escena más maravillosa, Betty. Estos diálogos de Almodóvar son una fantasía del melodrama como diría Sergio. ¡Casi dan ganas de pronunciarlos aunque sea en el colmo de la desesperación!

En cuanto a las rupturas, es un tema complejo... Supongo que hay un instinto humano natural a salvaguardar lo que uno tiene, lo que uno ha construido a lo largo del tiempo. Como un acto reflejo cuando se cae algo y lo coges al vuelo para que no se rompa. Aunque francamente, a veces hay que ser honesto con uno mismo y dejar fluir y acabar las relaciones. Ay, Betty, no me pongas estos estímulos almodovarianos que me sale la vena dramática...

Intensa Forever dijo...

Betty, me he tomado la libertad de insertad el vídeo de Youtube para que se vea desde el blog. Este diálogo me ha enseñado lo mucho que he cambiado. La primera vez que vi la película lo pasé fatal, podía entender al personaje que interpreta Marisa Paredes. Ahora lo veo y a pesar de que es una escena muy dura, ya no me toca tanto, menos mal!
Igualmente es un diálogo/momentazo, me dan ganas de abofetear a Imanol Arias...

betty boop dijo...

Desde luego, Perla, hay escenas de las pelis de Almodóvar que uno no se cansaría nunca de repetir! Me alegro de que os haya gustado. A mi me parece especialmente intenso cuando ella le dice :"Paco, yo a veces soy muy burra y no me entero". A veces es necesario oir la frase nefasta de boca del otro para creerse y tomar conciencia de la realidad; es lo que yo llamo el poder evocador y mágico de la palabra: lo que no se nombra, no existe. Por eso, Marisa Paredes insiste una y otra vez, porque a lo mejor necesita la última confirmación de que su relación ha hecho aguas, o espera una última oportunidad...
Intensa,gracias por el video, a mi la escena tb me hace pensar en lo mucho que hemos cambiado pero ya digo, quizás sería capaz de reproducir el patrón !

Intensa Forever dijo...

Uf... la verdad es que los toros se ven muy bien desde la barrera. No sé yo cómo me comportaría si algo así me pasara ahora. Sí que es cierto que me he quedado cerca de algún que otro sujeto que no ha sido la mejor compañía pero esto es otra cosa. Eran "relaciones" superficiales. Pero claro, la mente no está tan clara cuando estás atravesando una situación así, y parece que nuestra naturaleza nos empuja a aferrarnos al macho. No se... Si me pasa algo así os contaré como he reaccionado. El movimiento se demuestra andando, eso desde luego.

Sensaciones dijo...

Tiene mucha tela esta escena. Si ella fuera un hombre, y él una mujer, la tendencia "maltratadorista" actual diría que "él" (o sea Marisa), sería una "maltratadora potencial". Cuando, crispada, destroza el cuadro, esa teoría la interpretaría como un "destroza el cuadro como si fuera tú cabeza"...

La escena tiene muchos puntos de vista, por algo se le llama El Séptimo Arte, ¿no?

Me llama la atención la empatía con Marisa
"Igualmente es un diálogo/momentazo, me dan ganas de abofetear a Imanol Arias...", dice Intensa.

Yo veo a una mujer con tal grado de crispación que, la verdad, entiendo la postura del militar. ¿Hablar así?..., uf... ¡Qué gusto por las escenitas!

Yo no puedo juzgar a ninguno (el que lo haga, lo hará desde la película, pero yo no la vi. Sólo me baso en la escena).

Él huye, probablemente, tal como dice Marisa. Él huye, pero no sabe si huye o busca un espacio en el que ver algo claro. Él necesita ese espacio, ella quiere "arreglarlo" frente a frente, "hablando" (gritando...).

Lo mejor sería que ambos tomasen esa distancia..., pero todo son complicaciones. Él, según se dice en la escena, le pidió que dejase la cuestión hasta después del conflicto (de trabajo, en su caso). Ella reconoce haberlo dicho, pero "no es de metal"...

No veo sentido a tratar de hablar con tal crispación. Ella sólo vive para su relación -ni más ni menos egoísta que él-. Él, en lugar de pretender "arreglarlo" así, como en una partida de cartas, o en una discusión, o una negociación..., o..., hablando, no ve otra forma que tomando distancia. No dice más porque no sabe más. Ella, absolutamente sorda, "yo soy muy burra...", no es capaz de comprenderlo. En algún momento él llega a decir "no ves que estoy bloqueado"...

En el requetetrillado best seller Inteligencia Emocional, Goleman trata en algún punto la diferencia -estadística, claro- entre el hombre y la mujer: las mujeres hablan, discuten, y descargan así tensión... Los hombres, ante una posible discusión, tienden a bloquearse. Es, según Goleman, y haciéndose eco de investigaciones científicas, un mecanismo de defensa, porque al hombre, si se sale de control, se pasa al otro extremo... Esta cuestión en el libro de Goleman nunca la he oído resaltar. A mí me pareció tan coherente con mi observación personal, que no puedo más que darle su importancia. Cada día lo veo...

En suma: ante un problema, la forma de reaccionar es diferente en ambos sexos -géneros, je, eso-.

betty boop dijo...

Sensaciones, totalmente de acuerdo contigo: si ella fuera un hombre quizá habría sido tachada de agresora pero hay es que hay situaciones que se las traen con abalorios! en una escena posterior, cuando la amante del marido (curiosamente mejor amiga de la prota, Marisa Paredes) le dice a ella: "¿Qué hay que hacer para que asumas la realidad?" y ella contesta: "Que los demás no me la ocultéis". Efectivamente, el maltrato, aunque sea verbal no está justificado de ningún modo pero hay un maltrato casi peor que consiste en no hablar, evitar temas y situaciones para evitar así el conflicto. De hecho, hay un momento en el que él dice que no le puede contestar, que está bloqueado (otro temazo al canto, la ineptitud de algunos hombres a la hora de enfrentarse verbalmente a los conflictos) pero para ponerle los cuernos con otra no está bloqueado el señor, mire usted por donde!

Sensaciones dijo...

Veo que la peli se las trae. Qué de referencias -otra mujer-, yo que pensaba que el problema era ellos frente a ellas, aquí hay "él", "ella-1", "ella-2"..., cada cual con sus intereses -amiga versus amante-... La peli no es un pastiche, afortunadmente...

El problema del "maltrato" visto en funcionamiento resulta ser un complicado mecanismo de relojería...

¡Claro que el silencio puede ser uno de tantos recursos al servicio de la manipulación...!

Sobre verbalizar, habría mucho que decir. Como apuntaba antes, y añado ahora, la mujer habla como tropecientas mil veces más que el hombre, desde la infancia, ya (no necesariamente para bien..., ni para decir la verdad, claro) Las diferencias chocan aquí. Pedirle a alguien que hable cuando no sabe es lo mismo que conseguir una confesión bajo tortura...

El camino va por la comprensión, no por la lucha. Aquí, los radicalismos ideológicos no hacen más que enturbiar y agudizar una guerra que no tiene nada que ver con el tema de fondo... Y es que las relaciones humanas siempre (90%, vaya) están sustentadas sobre la manipulación, lamentablemente... Uf, mucho me sale aquí..., al final, la visión del ser humano que se tenga.

Por cierto, Marisa en la secuencia también va de víctima..., que es otra postura que a mi juicio no la dignifica. Insisto en que no hablo de lo que no sale en la secuencia, al margen de que por lo que dices él se las trae.

¿Su amiga no le habla claro, a ella?... En fin, la peli me queda pendiente, aunque no sé si quiero ya (me resulta demasiado cercana), y la violencia que subyace no me agrada, no. Con el día a día me vale. Casi resulta hiperrealismo.

Un remate brutal: una "mujer" puede montar toda una escenita para mantener una relación en la que ella tiene un amante... (sigo basándome en la realidad, claro)... En un hombre, montar una escenita con este cuadro resulta algo impensable. Y lamento entrar en la lógica sexista...

Enjuicia si quieres los bloqueos de él... unilateralmente, como un él manipulador y egoísta. Enjuicia los quebrantos de ella como comprensibles... Como te decía antes, si fuesen géneros intercambiados, te dirían "justificas el maltrato"...

No son los tics "masculinos" malos -bloqueos, etc.- y los tics "femeninos" -hablar hasta por los codos...- buenos. No es eso, no es eso...

Todo es interpretable, pero los códigos no son fijos, ni mucho menos relativos a un género o sexo... Son relativos a un contexto... intergénero, o más bien extra-género... Al final, la comunicación resulta ser lo más complicado. Máxime cuando uno no es capaz de decirse a sí mismo las verdades...

betty boop dijo...

Sí, pedirle a alguien que hable cuando no sabe es como obtener una confesión bajo tortura. Por otra parte, Marisa va de víctima pero eso no le quita dignidad; es decir, no tengo tan claro que ese comportamiento vaya en contra de la dignidad, sí seguramente de la autoestima. Me parece que el comportamiento de él va más en la línea de perder la dignidad: lo único que ha hecho Marisa es querer a ese hombre e intentar salvar la relación. Buen día a todos

Sensaciones dijo...

Sabes, creo que "ir de víctima" sí va en contra de la dignidad. No digo ser víctima -perpetuarse en esto sí va contra la autoestima-. Ir de víctima, lo sea o no, tiene una función apelativa, se le está chantajeando emocionalmente al otro para que conceda..., frases como "por qué me haces esto", etc., van en esa línea... Humanamente comprensible, pero creo que es así.

Por supuesto, y es el tema del post, esta actitud no sólo no mejora las cosas, sino que las empeora (la otra persona se siente mal..., y eso no contribuye a mejorar las cosas). Fíjate lo "alejado" que está él de ella en la secuencia, todo apunta a que con ella se encuentra -se siente- mal... La crispación inicial, el reproche produce aún más rechazo... No existe canal de comunicación, en su lugar hay punzadas, reclamos, quejas, culpabilidad... Está claro que hablar no es sinónimo de comunicar...

Son frases aprendidas desde chiquititos que según hayan funcionado, se perpetúan... Pero yo siempre con el contexto en danza (llorar puede ser una forma de manipulación, pero no siempre lo es...; se puede llorar a solas, etc.)... El éxito de muchos "libros de autoayuda" reside en su simplicidad de recetario, pero por ello mismo sirven de muy poco... Mi experiencia me dice que nunca repetiré bastante la importancia del contexto... Aunque pienso que es de perogrullo, no sé. Todo análisis debe ser contextualizado. Supongo que hacer esto es materia evaluable... (ahora, p.ej., el contexto es siempre el de la "Ideología de Género", que es lo que se subvenciona, es decir, a lo que se obliga...). Bueno, y algún otro contexto más...

Por otra parte, como decía, no es mi idea juzgar los personajes globalmente -no podría-, sino comprenderlos solo a partir de lo que veo en la secuencia y en relación al post [aunque a veces me salga del marco..., je, ya sé, ;)].

Anónimo dijo...

Esta es LA PELÍCULA sobre la dependencia emocional...

Muy triste, si um tío pasa de ti pues no te arrastres Marisa!!

Anónimo dijo...

Pues es que tienes razón, Juliana. Que si mecanismos, que si automatismos, que si gaitas. Si una persona te dice que no lo tiene claro o que directamente no quiere estar contigo pues retirada, c'est la vie. A veces lo haces, a veces te lo hacen y ya está. Llorar, patalear, pelear... todas esas medidas sólo traen que el macho dominante deje de tener dudas para tener la certeza de que va a salir por piernas porque cualquiera en su sano juicio se asusta con semejante demostración de dependencia emocional y bajísima autoestima. Y no amigas, NO PODEMOS DISCULPAR este comportamiento. Es insano.

PD: Sensaciones, me dan ganas de abofetear a Imanol porque da RAAAABIA cuando quieres a alguien y el otro se ha encabezonado en que no hay tu tía. Por lo demás, todos tenemos derecho a aceptar o rechazar al otro. Faltaría plus!

betty boop dijo...

No os pongáis así que yo no estoy defendiendo la dependencia emocional! nada más lejos de mi intención! simplemente digo que es muy fácil tachar a una mujer de histérica y víctima cuando intenta luchar por salvar una relación (aunque no haya nada que salvar, lo sé...). A Marisa le aprietan los botines regalo de su marido al principio de la peli y compara la incomodidad de llevarlos con lo mucho que tb le aprietan su ausencia, y los recuerdos, es comprensible, coño! y si además los demás se empeñan en ocultarle la verdad pues tanto peor. Admiro, SÍ, la valentía que demuestra al plantar cara al problema, aunque se arrastre, que lo hace y mucho; su marido se esconde y evita hablar (me importa un bledo que no sepa, hombre! que aprenda, que ya es mayorcito...)No hay nada más indigno que la mentira y la falsedad y aquí "el gran estratega, experto en conflictos" no tiene la dignidad de decirle a su mujer que ha dejado de quererla. Si por él fuera, se iría otra vez sin arreglar nada pero sin dejar de follar con la otra, que pa eso no hacen falta palabras ni aclaraciones.

Sensaciones dijo...

Acabo de dejar, apresuradamente, un breve post en mi blog. Iba a ponerlo aquí, pero más bien es, creo yo, motivo para un post que lo relacionaría con Problemas de comunicación... Podéis echarle un vistazo, si es que no habéis pasado la misma experiencia radiofónica que yo... VED QUÉ OS PARECE. Yo lo quitaré pronto -o lo modificaré, no sé-, iba a ir aquí de comentario, pero tal vez no sea el sitio adecuado.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ELVIRA CORDERO dijo...

Pues sí... que tontas somos algunas veces... Esperando un 2no2 que ya conocemos.