viernes, 22 de agosto de 2008

Algunos hombres son como el chocolate

Efectivamente, hay hombres que son como el chocolate. Hablo de ese tipo de hombres que sabemos que no nos convienen, pero que a pesar de ello nos atraen como la Televisión a la niña de Poltergeist. Es decir, estar con ellos nos da un placer inmediato, un puro éxtasis, pero después vienen los remordimientos... Dice el Dalai Lama (que a pesar de ser célibe sabe muchísimo de todo) que el placer y la felicidad no siempre son la misma cosa y que a veces tenemos que renunciar al placer para alcanzar la verdadera felicidad. Pero claro, la tentación está ahí y a veces es tan fácil caer...

4 comentarios:

betty boop dijo...

Bueno, bueno, buenos dias! esto esta que arde... Me encanta este nuevo post de los hombres y el chocolate y sobre todo la cita del Dalai Lama, supongo que sacada de El Arte de la Felicidad, no? Lei el libro hace un par de años y me encanto aunque para ser sincera lo unico que recordaba era esta cita y lo de la practica de la compasion. Bueno, a lo que voy, que me enrollo que no veas. Yo no he experimentado muchas veces esto de que te atraiga alguien como el chocolate aunque sepas que va fatal pero lo he observado en muchas amigas. A lo mejor esta relacionado con lo del placer inmediato: te apetece tanto en ese momento que no te paras a pensar en las consecuencias y claro... luego a llorar por los desastres :kilos de nervios, obsesion etc y el dia que menos te lo esperas, te pones la autoestima y resulta que no te entra, o te queda tan apretadita que brilla como la lycra reestirada, un desastre emocional, vaya. Claro, y no se puede ir a pedir explicaciones al hombre chocolate porque te dira, con toda la razon del mundo: "Eh, que ya lo sabias, lo pone en el envase: calorias, grasas y eso" asi que a joderse, c'est la vie!

Intensa Forever dijo...

Pues has dado totalmente en el clavo. Echarle la culpa al macho en cuestión es tan absurdo como echarle la culpa al chocolate. Como si ataran a una y se lo metieran por vía intravenosa! Madre mía, lo que se está destapando aquí...

Anónimo dijo...

Lo contrario del juego no es la seriedad, sino la realidad. El juego en el niño se toma quizá más en serio que la realidad.

Tal vez el hombre-chocolate juega, y se toma más en serio este juego que la realidad misma. Yo conozco el placer del juego en lo erótico, y si no fuera porque le tengo tanto respeto a los sentimientos de los demás, al día de hoy disfrutaría como un enano con la tentación de una ofrenda con sabor a chocolate. O tal vez porque, desgraciadamente, no puedo evitar el sentimiento de culpabilidad inherente al final, cuando el chocolate se termina deshaciendo en el paladar del amor...
Y eso que una vez, una vez lo intenté..., ser ese hombre-chocolate, ligero, serio en el juego, alejado de la realidad... Pero no puedo, no, no puedo. No... :(.

Anónimo dijo...

Osease, decir, que seguramente muchas mujeres no pueden evitar seducirse ante esa ligereza del juego...,que finalmente es lo más serio; pero, ¿es lo más serio para ellas?

Como bien decís: no podéis quejaros... Es un decir..., las relaciones dan para muchos matices, de uno y otro lado.